Aunque tengas un antivirus instalado en tu ordenador, lo cierto es que es realmente sencillo que te cuelen basura en el navegador web. ¿Por qué? Porque este tipo de basura, que se suele englobar dentro del concepto adware, en realidad no es instalado utilizando una de las vías maliciosas que los antivirus pueden reconocer según los registros de su base de datos, sino que es instalada por el usuario sin querer, y a fin de cuentas no son más que programas lícitos, pero molestos, dedicados a mostrar publicidad y cambiar la página de inicio, entre otros. Pero hay una sencilla herramienta que se encarga de limpiar el navegador en segundos.
Hay muchas otras aplicaciones similares, y la que nos ocupa en esta ocasión se llama Adware Removal Tool. Uno de los puntos clave, respecto a sus similares, es que esta aplicación es compatible con Internet Explorer, Google Chrome y Mozilla Firefox, luego útil para la gran mayoría de los usuarios. Por otro lado, también es interesante lo sencillo que resulta su funcionamiento, en tanto que únicamente nos ofrece cuatro botones y dos de ellos son los que necesitamos usar: ‘Escanear’ / ‘Escanear y reparar’, y ‘cancelar’. Como podréis imaginar, la cosa es tan sencilla como arrancar el programa, pulsar sobre el boton escanear y, una vez se han reconocido los archivos maliciosos o la configuración no deseada, pulsar sobre reparar.
Desde este enlace se puede descargar la versión más reciente del programa, que es completamente gratuita y, eso sí, está disponible únicamente en inglés. Las opciones con las que cuenta, por ejemplo en Chrome, las podemos encontrar dentro del propio navegador web y en los diferentes apartados de configuración que corresponden, pero con este tipo de aplicaciones limpiar el navegador web es mucho más rápido y fácil, que es lo verdaderamente interesante. Por otro lado, eso sí, si somos un poco más experimentados nos ofrece también opciones manuales para seleccionar y deseleccionar directorios donde aplicar las herramientas de limpieza, así como la puntualización por archivos escaneados y reconocidos como potencialmente peligrosos, o sencillamente molestos para el usuario.