Si a todos nos preguntaran que aplicación de nuestro móvil conservaríamos si solo pudiéramos elegir una, posiblemente la respuesta más frecuente sería: WhatsApp. Esta app de chat instantáneo se ha convertido por méritos propios en la reina de los smartphones debido a su sencillez, el atrevimiento de sus desarrolladores y un constante ritmo de actualizaciones que la han llevado a tener más de 1.000 millones de usuarios en todo el mundo a pesar de estar en desventaja en algunos aspectos con opciones de la competencia. Así ha sido la historia de WhatsApp para convertirse en una aplicación imprescindible en tu vida.
El inicio de WhatsApp
WhatsApp lleva años siendo una aplicación casi obligatoria en nuestros teléfonos móviles inteligentes, ya que ha permitido desterrar a los vetustos mensajes de texto SMS y ahorrar dinero a la hora de comunicarnos con nuestros seres queridos, amigos o compañeros de trabajo. Pero para conocer su origen tenemos que remontarnos hasta el 2009, cuando Jan Koum y Brian Acton, antiguos empleados de Yahoo, ambicionaron con revolucionar el mundo de las comunicaciones móviles.
WhatsApp Inc. fue fundada por estos desarrolladores (quienes fueron rechazados por la propia red social Facebook) que tuvieron la premonición acerca de que las apps móviles iban a ser el futuro de este sector tecnológico y decidieron bautizar su proyecto con el nombre What’s Up –¿qué pasa?-como gancho perfecto. Trabajando con varios desarrolladores más y consiguiendo una considerable inyección de financiación para la iniciativa, unida a la invirtiendo buena parte de los ahorros amasados hasta la fecha, WhatsApp vio la luz a finales de 2009 en exclusiva para teléfonos iPhone.
Pero la gran visión de sus desarrolladores ha sido quizás llevar este sistema a todas las plataformas posibles, motivo por el cual la versión para BlackBerry, plataforma con gran éxito en Estados Unidos, iba a llegar a su vez pasados unos meses. El sistema ha sido llevado además Android, Symbian y Windows Phone e incluso en enero de 2015 se lanzaba de manera oficial la plataforma WhatsApp Web para utilizar esta aplicación directamente en un entorno web con nuestro ordenador, eso sí estando vinculada a nuestro teléfono móvil.
Aunque a principios de 2014 se concretaba la compra de WhatsApp a manos de Facebook, no fue hasta octubre de ese mismo año cuando se formalizó definitivamente la operación que rondaba casi los 22.000 millones de dólares y con 600 millones de usuarios de bagaje. Mark Zuckerberg ambicionaba llevar a WhatsApp hasta los 3.000 millones de usuarios y de momento es algo que, aunque todavía queda lejos, se mantiene en el punto de mira.
¿Por qué WhatsApp no ha explotado su rentabilidad?
Aunque en un primer momento fue concebida como una app gratuita para aumentar la popularidad y captar más usuarios, el pago de una mínima cantidad (menos de un euro) en la App Store fue inevitable por el coste de enviar mensajes SMS para la verificación del número de móvil y activar el servicio. No obstante, no fue hasta mucho tiempo después cuando se vivieron grandes cambios de cara a la monetización de esta aplicación que comenzaba a amasar una base de usuarios considerable en todo el mundo.
Este ha sido y continúa siendo el gran problema de WhatsApp, ya que a pesar de ser usada por más de 1.000 millones de usuarios activos cada mes, explotar su rentabilidad es algo que ha traído de cabeza a inversores y accionistas. Primero se introdujo una cuota anual en Android que debía ser renovada y planteándose a su vez en iPhone (que en este caso ya se había pagado previamente por la descarga inicial), pero tras la compra de Facebook, a principios de este año anunciaba por fin que el servicio sería gratis para siempre.
Pero el motivo de no haber sido una fuente de dinero a pesar de ser la reina de las apps móviles es precisamente el carácter “gratuito” que ofrecer a los usuarios. No se gasta dinero al enviar mensajes, solo se usan datos móviles y ni eso si nos conectamos a través de Wi-Fi. Además, tras la introducción de las llamadas VoIP podemos ahorrar incluso en minutos de voz de nuestra tarifa contratada. Esto no es algo que sea exclusivo de WhatsApp ya que otros competidores también ofrecen lo mismo, pero la gran ventaja es que todo el mundo tiene WhatsApp, mientras que es más difícil encontrar a alguien que tenga instaladas en el smartphone apps como Viber, Line o WeChat.
Todo esto puede cambiar este mismo año ya que a pesar de que por ahora WhatsApp promete seguir sin publicidad, ha anunciado la introducción de herramientas para comunicarnos con negocios y organizaciones que nosotros elijamos, con lo que queda claro que la cesión de datos de los usuarios se posiciona como la gran fuente de ingresos para las tecnológicas en los próximos años.
La competencia no puede con ella
A lo largo de estos años, los competidores de WhatsApp han tratado de aprovechar el tirón de esta aplicación para ofrecer funciones más completas con el objetivo de encandilar a nuevos usuarios, pero lo cierto es que hasta la fecha WhatsApp aguanta muy bien el tirón incluso tras sufrir incidencias en el servicio en fechas señaladas o no haber podido asegurar durante años una confidencialidad en chats similar a aplicaciones como Telegram o Snapchat.
Y es que los números de WhatsApp siguen siendo excelentes, superando la barrera de los 1.000 millones de usuarios en febrero de este mismo año, un tercio ya del recorrido que se marcó Zuckerberg. Curiosamente, Facebook Messenger ha anunciado ya haber llegado a 900 millones de usuarios y demuestra ser una de las pocas capaz de poner discutirle el mercado gracias al empuje de la red social Facebook.
WhatsApp muta para ser multifunción y más segura
Pero sin duda son los cambios introducidos lo que ha permito a WhatsApp permanecer en el candelero por más tiempo, partiendo por ejemplo desde algo tan simple como la renovación de su galería de emojis para dotar de cierto atractivo a la conversación sin llegar a saturar tanto como los stickers de Line o Facebook Messenger.
No todos los cambios han sido acogidos con vítores por los usuarios, ya que, aunque las llamadas de voz parecían estar destinadas a revolucionar de nuevo el mercado móvil, por ahora las operadoras respiran tranquilas ya que el uso de esta característica es residual en comparación a los millones de mensajes enviados cada día. No obstante, es aventurado hablar de un mal paso ya que la base está creada para que en el futuro se pueda explotar mejor esta función
Pero sin duda son los últimos cambios introducidos los que se llevan la palma. Estos días atrás conocíamos la gran novedad de la introducción del nuevo cifrado de extremo a extremo para hacer nuestros chats privados y más seguros, que se unían a otras medidas como la validación de una clave de seguridad con otro contacto mediante el escaneo de códigos QR. También los nuevos formatos de texto enriquecido que amplían las opciones de conversación o bien el envío de archivos adjuntos de texto, PDF o multimedia, algo que no obstante ya hacía desde hace tiempo algunos de sus rivales, como Black Berry Messenger que ve cómo tiene que hincar la rodilla lastrado por la menguante presencia de dispositivos de la marca en el mercado.
El futuro de WhatsApp
Celebrando su séptimo aniversario, WhatsApp lanzó en febrero un jarro de agua fría a los usuarios poseedores de sistemas operativos móviles BlackBerry, Nokia S40, Nokia Symbian S60, Android 2.1, Android 2.2 y Windows Phone 7.1, ya que a finales de este mismo la aplicación dejará de ser compatible para estas plataformas. El mayor shock se lo llevaron los usuarios de Black Berry 10 que ven cómo de este modo se echaba otra piedra sobre la “mochila” esta compañía.
La decisión no hace tambalear el futuro de la compañía, pero sí da una muestra acerca de los esfuerzos para centrarse en iOS, Android y Windows 10 para móviles. Con la sombra de Facebook Messenger alargándose, cabe preguntarse cuando vivirá WhatsApp otra serie de grandes cambios pensando en el futuro con el objetivo de quizás dar más peso a la app móvil de chat la red social en detrimento de sí misma, aunque la jugada sería sin duda muy arriesgada cuando tienes a dos Fórmula 1 encabezando la carrera y compitiendo entre ellos.
