Lo de que el smartphone sea nuestro compañero de gimnasio no es nuevo, pero ha ganado peso desde la llegada de los wearables, y especialmente con los dedicados especialmente a la monitorización de actividades deportivas. Ahora bien, en función de nuestras pautas de entrenamiento el móvil o wearable nos puede ayudar, o sencillamente hacernos perder el tiempo. Y después de haber estado un año usando el móvil en el gimnasio, esto es lo que te puedo contar.
El ‘experimento’ arranca el 2 de noviembre de 2014 y continúa hoy, y de hecho continuará después de este artículo. Como quizá lo estés tú, al principio yo estaba perdido, sabiendo qué quiero conseguir, pero no el cómo, y tratando de tomar información de todas las fuentes posibles, una de ellas Internet, y otras de expertos en deporte y alimentación directamente. Aquí el móvil es un buen aliado, desde el minuto uno, pero hay que saber dónde buscar si no queremos perder el tiempo.
Qué quieres conseguir, ergo qué necesita tu móvil
Lo primero es definir los objetivos a largo plazo. Puede ser mejorar la resistencia, conseguir volumen muscular, definir… Cada cual tiene sus objetivos y esta es la base que necesitamos conocer para preparar el smartphone y el wearable, en caso de que también vayamos a usar una pulsera o reloj inteligente. En mi caso personal opté por el fitness, sobre lo cual es bastante más complicado conseguir ‘apoyo tecnológico’ que en el caso del running, que cuenta con decenas de aplicaciones diseñadas especialmente para los ‘runners’. Pero también las hay.
Cuando sabemos qué queremos conseguir, cada cual encontrará sus aplicaciones más concretas que le ayuden, pero por lo general vamos a necesitar conocer la técnica, que en el caso del ‘running’ poco misterio tiene, y en el caso del fitness sí requiere algo de estudio. Básicamente, conocer rutinas de entrenamiento y ejercicios, pero seas de fitness o running, o de cualquier otro deporte, también vas a necesitar -al menos te conviene, créeme-, información sobre nutrición y suplementación.
¿Necesito un móvil en concreto?
Definitivamente no. Te sirve cualquiera, y depende de cuál tengas podrás conseguir de él todo lo que necesitas, o sino sí tendrás que ‘echar mano’ de un wearable que añada las funciones que te faltan. La cuestión es que, para los runners, todos cuentan ya con acelerómetro y GPS para ver cómo y por dónde hemos estado corriendo, desde el recorrido hasta los pasos y la velocidad, o el consumo –aproximado– de calorías. Y para los de fitness, algo que personalmente recomendaría es el sensor de ritmo cardíaco, pero ni es imprescindible ni necesariamente lo debemos tener en el propio smartphone, porque perfectamente lo podemos llevar en el reloj inteligente o una pulsera deportiva. Y no -repito-, no es necesario el monitor de ritmo cardíaco.
Somos lo que comemos
La suplementación, como su propio nombre indica, es eso: suplementaria. Es decir, que no para todos es necesaria si llevamos una buena alimentación y tampoco será un requisito en base a nuestros objetivos. Eso es algo que debes valorar tú mismo, y aunque en la mayoría de los casos no te será necesaria, ten por seguro que si tienes unos objetivos realmente altos -en musculación, por ejemplo-, algunos resultados te serán prácticamente imposible si dejas a un lado los batidos y polvitos de proteína, entre otros. Pero lo que sí es un requisito imprescindible para todos, incluso para los que no estéis haciendo ningún deporte, es cuidar la alimentación. Y para ello tenemos las dos siguientes aplicaciones, que son probablemente las mejores que podemos descargar gratis, aunque no están en español.
Ambas están diseñadas para llevar control sobre nuestra alimentación, conocer el detalle de cada alimento y sus valores nutricionales al milímetro. A no ser que tengas problemas de sobrepeso, colesterol y cosas por el estilo, si estás saludable y sólo quieres mejorar tu forma física, no te obsesiones con todos estos datos porque vas a dejar tu nuevo deporte en tres días -vuelve a creerme, es así-. Ahora que estás controlando los macronutrientes, que es lo más básico, verás cómo un excelente ejercicio no te reporta beneficio alguno si abandonas los buenos hábitos a la hora de comer.
Barriga llena, bíceps fuerte
Ya estás bien alimentado, o mejor dicho, correctamente nutrido. Tu smartphone ya te ha echado ese primer cable que, aunque no lo parezca, es la clave del asunto para cualquier deporte y para cualquier deportista. No sólo para los culturistas profesionales, sino también para los corredores amateur y, en definitiva, cualquier otro deportista a cualquier nivel.
Y aún sin haber empezado a correr, o sin haber levantado la primera pesa, todavía nos queda conocer la técnica. Vosotros, queridos runners, tampoco os vais a escapar de esta. Nos queda, a todos, conocer los estiramientos, y concretamente a los que vayáis a dedicarle un tiempo al fitness, las rutinas y ejercicios más convenientes según vuestros objetivos y nivel.
Cómo, cuándo y qué vas a hacer en el gimnasio
Lo primero, decide cuántos días entrenar, porque las tablas de ejercicios o rutinas suelen estar ligadas directamente a esto. Ahora es cuando descubres que puedes optar por entrenamientos full body o por rutinas basadas en el entrenamiento de grupos musculares. Yo he probado los dos. Arranqué por los entrenamientos ‘full body’ con cargas reducidas y progresivamente fui pasando a rutinas por grupos musculares con cargas más elevadas y una mayor intensidad. Cada cual que elija, pero en cualquier caso las siguientes aplicaciones te van a venir bien para conocer todas las posibilidades que tienes, y cómo ejecutar cada uno de los ejercicios correctamente. Lo que se llama técnica, porque no sólo consiste en ‘levantar pesas’.
Las aplicaciones anteriores te van a enseñar varios ejercicios –hay muchos más, casi tantos como gremlins en el diluvio universal- y sobre todo, y mucho más importante, cómo ejecutarlos. Respecto al cómo me refiero a la organización en series y repeticiones, así como la frecuencia semanal. Y por otra parte, a la técnica de ejecución de cualquier ejercicio que, a fin de cuentas, te va a ayudar a congestionar exactamente el músculo que pretendes, y además evitar lesiones innecesarias por una mala postura.
En el gimnasio o corriendo, el móvil como ‘monitor’ del cuerpo
De momento lo que hemos hecho es sustituir los libros por el smartphone, por así decirlo. Nos hemos llevado toda la teoría a nuestro dispositivo de bolsillo y podemos consultarla antes y durante el ejercicio físico, tanto fitness como running –vuelvo a repetir-, pero quizá lo más interesante es cómo nos puede ayudar el smartphone o el wearable durante el ejercicio, y aquí sí que quizá nos convenga más un modelo en concreto que otro. Por eso, al principio comentaba que yo, personalmente, prefiero un dispositivo que ya cuente con sensor de ritmo cardíaco.
Cuando tengas escogido el smartphone y el wearable -principalmente el wearable-, seguramente te encontrarás con la aplicación propia del fabricante, y en mi caso es S Health, de Samsung. La mía no es la más completa, pero reúne algunos de los ‘monitores’ más interesantes y por no complicarme la vida en el gimnasio, en este punto no he descargado ninguna otra aplicación adicional, aunque haberlas, haylas.
Peso
Antes y después. Porque sí, porque una práctica deportiva de alta intensidad requiere mantener bajo control el peso y, sobre todo, el IMC o índice de masa corporal. Es más, si mi gimnasio no contase con una de estas básculas técnicas, no me parecería una mala opción en absoluto una que me ofrezca datos como el índice de hidratación, metabolismo, masa muscular, masa grasa y demás. Y las hay por unos cien euros que envían todos los datos al móvil, así que interesantes también.
SpO2
Ya con el sensor de ritmo cardíaco de la parte trasera del móvil controlo el nivel de oxígeno en sangre, algo también importante teniendo en cuenta que estamos llevando a los músculos a una intensidad superior a la habitual, y a fin de cuentas es conveniente controlar todos los parámetros relacionados con nuestra salud física.
Frecuencia cardíaca
Los excesos y las obsesiones no son buenos tampoco en el deporte, y aunque salir a correr o ‘levantar pesas’ puede sentarte de maravilla, también puede arruinar tu salud si no haces las cosas como debes. Por eso, a mí que me dedico al fitness, me gusta llevar control de mi ritmo cardíaco en momentos de máxima intensidad, y sin duda es una función que sirve especialmente a los que practican running.
Otros parámetros
Lo avisaba al principio, que mi experimento es en base al fitness, luego para el running no puedo aportar tantos detalles. En cualquier caso, con la propia S Healt de la que hablaba, o con aplicaciones como Endomondo o Runtastic podemos tener casi todo lo que necesitamos. Desde saber qué distancia hemos recorrido y exactamente por qué lugares, con la información sobre el mapa, o conocer el ritmo de nuestra ‘carrera’, el consumo aproximado de calorías, y muchos otros detalles importantes.
¿Me puede ayudar el móvil en el gimnasio o haciendo running?
Sí, sí y sí. En el gimnasio o practicando running, como en todo. Depende de qué aplicaciones descarguemos en el smartphone, y qué uso demos a los posibles wearables sincronizados con él, pero lo cierto es que sí nos puede ayudar. Que sea necesario, o no, es discutible. Y personalmente decantaría la balanza hacia lo segundo, es decir, que realmente no es necesario hacer uso de él, ni muchísimo menos, pero sí nos puede ayudar a conseguir nuestros objetivos de una forma más sencilla en tanto que simplifica el seguimiento de nuestra evolución, y nos aporta información relevante para practicar casi cualquier deporte.
