Se cumplen 20 años desde la publicación de IPv6, el protocolo diseñado para reemplazar a IPv4, utilizado actualmente en la gran mayoría de los dispositivos conectados a Internet. Cada vez tenemos más dispositivos conectados y nos estamos quedando sin direcciones de Internet, por lo que necesitamos esta nueva versión del protocolo. Su adopción a nivel mundial está siendo lenta aunque ya supera el 10%, España se coloca a la cola de países desarrollados en cuanto a su adopción.
Nuestros compañeros de RedesZone nos invitan a conocer el uso de IPv6 en todo el mundo en enero de 2016. La versión actual del protocolo “sólo” tiene capacidad para 4.300.000.000 direcciones, algo impensable de superar cuando fue lanzado en 1981. La realidad es que este número está empezando a ser insuficiente y es necesario dar el salto a la nueva versión. Esta es IPv6, con un total de 340 trillones de trillones de direcciones.
Este protocolo comenzó a ser implementado a nivel mundial el pasado 6 de junio de 2012 en un proceso lento y delicado que implica la actualización de todas las redes para hacerlas compatibles. Según los datos publicados por Google, el protocolo IPv6 tiene una cuota actual de adopción a nivel mundial del 10% aunque todavía queda mucho por hacer en el futuro.
Lo preocupante es el nivel de adopción en nuestro país, donde no se están haciendo bien las cosas. La cuota de adopción en España es de sólo el 0,04%, una de las menores de Europa y a la cola de los países desarrollados a nivel mundial. Además de eso, el uso de este nuevo protocolo en nuestro país supone un aumento de la latencia de 10 ms, muy por encima de los 0 ms de Bélgica (con un 44% de adopción) o los 0 ms de Estados Unidos (con un 25% de adopción).
Las direcciones IPv4 se agotan peligrosamente. En 2011, la IANA (Agencia Internacional de Asignación de Números de Internet) entregó el último bloque de direcciones disponibles de unos 33 millones a la organización encargada de asignar direcciones en Asia. El auge de los dispositivos conectados y el Internet de las cosas hace necesario que tengamos que acelerar la adopción de IPv6, una asignatura (de las muchas) pendientes en España.