Tanto Google como Apple, con sus últimos lanzamientos en materia de software, han mostrado especial interés en la medicina. La ciencia y la tecnología avanzan de la mano, en este campo, para abaratar los costes de los equipos médicos y facilitar el diagnóstico de enfermedades. Con «simples accesorios», además de baratos, en un futuro próximo se podrán diagnosticar todo tipo de enfermedades con un teléfono inteligente.
El Ébola, que hace tan solo unos meses hacia temer a España, sigue siendo una causa de muerte en países africanos. Este virus podría ser diagnosticado, señala el doctor Eric Topol, con sólo un teléfono inteligente y un barato accesorio acoplado según la reacción en cadena de la polimerasa. Pero no queda ahí, sino que otras investigaciones paralelas, como la que llevan a cabo en la Universidad de Columbia, permitirán pronto analizar la sangre para diagnosticar el VIH o la sífilis entre otras enfermedades de transmisión sexual.
Más tecnología al banquillo, gracias al móvil
No es la primera ocasión en que vemos cómo determinada tecnología o técnica es desbancada por el teléfono inteligente. Ahora bien, este tipo de aplicaciones no están enfocadas a entornos ricos, sino a zonas de elevado nivel de pobreza donde costear un laboratorio es prácticamente imposible. Hablamos de una tecnología montada sobre un teléfono inteligente que supone el desembolso de 34 dólares frente a más de 18.000 dólares que cuesta un laboratorio para este tipo de estudios.
Por otra parte, esta tecnología también permite una mayor movilidad de los «centros de análisis» contra las enfermedades de transmisión sexual. Así, se facilita el diagnóstico en cualquier «campo móvil» y se puede aplicar con mayor brevedad un tratamiento. Como adelantábamos, se trata de un avance realmente importante para llevar la medicina a países sub-desarrollados, precisamente donde este tipo de enfermedades suponen un mayor riesgo.