Europa pone ahora sus ojos en Apple y la evasión de impuestos

Europa pone ahora sus ojos en Apple y la evasión de impuestos

Claudio Valero

Google, Apple… La Comisión Europea sigue muy pendiente de las actividades fiscales de las grandes compañías. Esta semana se publicarán los primeros informes sobre la legalidad de los acuerdos alcanzados por Cupertino con el Gobierno irlandés para tributar menos que el resto de sus competidores en el mismo país.

Si Google está en el ojo de la Comisión Europea por prácticas antimonopolio, Apple lo está por el pago de impuesto a una tasa menor que sus rivales. Según podemos leer en el diario Financial Times, la firma de la manzana mordida paga una tasa de impuestos del dos por ciento, mientras que el resto de empresas extranjeras de este sector tributa a un tipo del 12,5% de sus ingresos.

applestoreLa bajada de tipo impositivo se logró en dos negociaciones de Apple con el Gobierno de Irlanda, donde habrían presionado para lograr esta rebaja. Las dos negociaciones de 1991 y 2007 son negadas categóricamente por Luca Maestri, director financiero de la empresa. Además de negarlas, ha afirmado que si los países cambiaran sus leyes fiscales, Apple sería la primera en acatar las nuevas normas y pagar conforme a lo establecido.

Apple tendrá ahora que demostrar que no ha estado evadiendo el pago de impuestos en Irlanda. Recordemos que en este país, la cantidad de impuestos a pagar por las compañías que operan en él está fijada en un estatuto y no se permiten negociaciones individuales. Independientemente de la decisión de la Comisión Europea, Apple ha informado que mantendrá sus actividades en Irlanda.

Llueve sobre mojado

No es la primera noticia de las que nos hacemos eco relacionada con las prácticas de Apple para tributar al mínimo en los países donde opera. La firma hace auténtico malabares para pagar muy poco en nuestro país. No es la única, en el caso de Google, ha sido necesaria una inspección de Hacienda para que declararan beneficios en España, después de tres años con pérdidas pese a los multimillonarios ingresos de la compañía a nivel global.

Los países que forman el G20 han lanzado una ofensiva para intentar evitar este tipo de prácticas y que las empresas tributen realmente en el país donde realizan la actividad y por la misma cantidad que el resto de empresas que compiten en ese sector.