Redes sociales y censura, ¿se debe aumentar el control?

Redes sociales y censura, ¿se debe aumentar el control?

David Valero

Las redes sociales han servido en muchas ocasiones de altavoz para personas u organizaciones que se han servido de ellas para promover acciones violentas, publicar contenido no apto para algunos públicos o realizar comentarios inapropiados sobre otras personas. A pesar de los servicios internos de dichas redes sociales para denunciar estos actos, muchos se preguntan si no se debería ir un paso más allá.

El uso de internet entre la población supuso uno de los grandes avances de la humanidad, ya que permitió entre otras cosas poner en contacto a personas a las que separaban miles de kilómetros de distancia. Años más tarde, se popularizó a lo largo y ancho del planeta el uso de las redes sociales como herramientas para conectar aún más con círculos de personas que podían ser desde simples conocidos a compañeros de trabajo, amigos o simplemente gente con aficiones e intereses comunes.

Entre dichas redes, quizás Facebook y Twitter hayan sido las que más repercusión han tenido, primero porque son las que más usuarios agrupan y segundo porque su sencillez y carácter gratuito ha permitido que ganen mucha popularidad. Pero, si bien es cierto que las redes sociales son un espacio neutro, donde cada usuario es relativamente libre de exponer sus opiniones y pensamientos, a veces se plantea el debate sobre si desde estas empresas se debería hacer algo más al respecto de conductas sexistas, racistas o que inciten a la violencia, aunque se entraría en un terreno peligroso si esto condujera a conductas de censura. En ocasiones, estas redes sociales han ayudado a las fuerzas del orden a perseguir a criminales.

En ocasiones, estas redes sociales se convierten en altavoces para esta clase de opiniones que ve como tiene un canal a través del cual pueden propagar su ideología de manera gratuita y con un mayor alcance del que podrían tener en otros medios. En algunos conflictos bélicos, las redes sociales se han usado como un arma más, al ser un perfecto tablón para hacer demostraciones de fuerza, o reivindicar acciones violentas. Fue el caso del uso que hizo de Twitter, la Milicia del Estado Islámico de Irak y Siria, que mediante un tuit informaba acerca de la ejecución de 1.700 soldados iraquíes. En ocasiones, imágenes de un alto contenido de violencia han aparecido en las redes sociales sin ningún tipo de supervisión y aunque algunas permiten la opción de denunciarlas para su retirada tras su estudio posterior, no existe un filtrado previo que evita que sean subidas.

twitter

¿Censura o libertad de expresión?

El debate en estos casos es claro, ¿debe predominar la libertad de expresión de los ciudadanos o desde las propias empresas u organismos públicos se tiene que vigilar más de cerca esta clase de situaciones? En cualquier caso, parece que en este sentido la renuncia al derecho de privacidad iría a más -al menos en parte- con acciones de supervisión de este tipo.

En ciertos países, actos pasados de terrorismo han servido de impulso para los que defienden un modelo de internet en el que la libertad de expresión tenga límites , pero ¿quién está capacitado para decidir que contenidos pueden ser publicados y cuáles no? En algunos casos la respuesta parece clara, pero en otros resultaría muy difícil trazar una línea divisoria.

Fuente > Gigaom

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