La llegada de los smartphones ha supuesto un cambio radical en los hábitos de los internautas, incluidos los relacionados con la denominada «piratería«. Un reciente estudio asegura que las descargas sin autorización de contenidos musicales a través del móvil ya superan al P2P y a los cyberlockers.
La guerra contra la «piratería» por parte de la industria cultural y del entretenimiento podría desplazarse muy pronto al sector móvil. Así lo considera la firma de investigación NPD, que sugiere que las descargas no autorizadas en materia musical a través de aplicaciones móviles ya han superado a las descargas directas y al intercambio de archivos en redes P2P como BitTorrent»
Russ Crupnick, vicepresidente de NPD, señala que el número de usuarios que descargan música a través de aplicaciones móviles ha crecido de forma notable. Según los datos de su último informe se calcula que solo en Estados Unidos 27 millones de usuarios descargaron al menos una canción en sus dispositivos móviles, la mayoría de ellos sin autorización de los titulares de derechos de autor. El dato contrasta con otras vías para obtener estos contenidos. Por ejemplo, se contabilizan 21 millones de usuarios que utilizan sitios P2P como The Pirate Bay para la descarga de música.
Los jóvenes, quienes más descargan
«Muchas de estas apps están disponibles en la App Store y Google Play», señala el estudio
NPD advierte que la explosión de los smartphones y las apps entre el público más joven tiene como una de sus consecuencias el aumento en la «piratería» a través de los móviles. Por este motivo, anima a la industria cultural y a las plataformas de aplicaciones a trabajar de forma conjunta para acabar con este problema.
No en vano, muchas de estas apps que permiten las descargas sin autorización aparecen en la App Store y Google Play, por lo que muchos las consideran legítimas. «Es ahí donde las compañías tienen la oportunidad y quizá la obligación de trabajar juntos para educar a los usuarios y que los artistas puedan ser compensados», explica uno de los autores del informe sin especificar a qué aplicaciones se refiere como «infractoras«.
Así pues, todo apunta a que se vivirá una nueva batalla impulsada por la industria discográfica, en esta ocasión con las tiendas de aplicaciones como su objetivo con el fin de acabar con su distribución. No obstante, de ahí a conseguir su desaparición hay un largo trecho debido a que hay múltiples formas de hacerse con ellas a día de hoy en Internet. Es por ello que deben centrarse en ofrecer una alternativa legal sólida y asequible como mejor arma para contrarrestarlas.